Aunque ha llovido mucho desde aquel 19 de marzo de 1911 en Dinamarca y más aun desde la obra que nos cuenta, la huelga sexual de Lisístrata en la antigua Grecia, la lucha por la igualda de la mujer sigue siendo actual y necesaria.
El horizonte sigue lejano y el camino complicado y dificil.
Para que las diferencias entre hobres y mujeres se limiten a las establecidas por la naturaleza, falta mucho trecho por recorrer.
Por ovio, resulta incomprensible la diferencia de salario entre hombres y mujeres por idéntico trabajo.Es tambien difícil de entender las reticencias de las empresas para colocar a mujeres en casgos directivos, a pesar de haber mostrado idoneidad y valia en infinidad de casos.A esta lista de agravios sobre la mujer, se podría añadir algunos etcéteras más pero sobretodo sería urgente y necesario que desde las escuelas se eduque para acabar con ese sentimiento de propiedad que muchos hombres todavía tienen sobre la mujer.Sentimiento este que está en el origen de un gran número de casos de malos tratos,muchos de ellos con resultado de muerte para ella.
Es necesario que los padres y madres eduquemos a nuestras hijas e hijos libres e independientes y entendiendo la reciprocidad en el trato como irrenunciable virtud.
Mujeres y hombres. Es necesario seguir luchando. Aun está lejos el punto final. Escierto que todos los seres humanos somos iguales en derechos y obligaciones pero todavía la lucha tiene que ser parcial ya que un sexo (el femenino) es menos igual que el otro.
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